Todo gira en torno a tres ingredientes: Chocolate, maíz y sal.

La cerveza parte de una base de seis maltas, donde destacan las maltas chocolate y los copos de maíz. La adición de cacao en el whirlpool añade una suavidad fundente al conjunto, mientras que al final se incorpora más chocolate y sal marina, que aportan una sensación de plenitud en boca.

Un tributo a la perfección del equilibrio entre lo dulce, lo salado y la riqueza de los ingredientes más simples, transformados en algo sublime.